Lo he probado y no me ha funcionado

#anecdotas May 03, 2022

"Lo he probado y no me ha funcionado".

Esto me dice un vendedor que ha intentado practicar una nueva técnica, aparentemente sin éxito.

Lo que no dice pero parece insinuar es: "Me pongo la medalla por el intento, y lo dejo ya que no funciona".

A mi también me pasa: pruebo algo que parece una buena idea, no me funciona, me quedo decepcionado y...

...aunque la decepción sea grande, no desisto enseguida.

Si la idea sigue pareciendo buena, ¿podría ser que haya tenido algún problema de implementación?

¿Eran mis expectativas razonables? En ventas, sabemos que no hay varita mágica, que no hay nada que funcione 100% de las veces. Intentarlo una sola vez, y esperar tener éxito inmediato es quizás optimista (como vendedor tengo que ser optimista, pero tampoco caer en fáciles ilusiones).

Lo que he hecho y que no me ha funcionado, ¿lo he hecho bien? O, tal como pasa cuando uno empieza, ¿he hecho una chapuza con las mejores intenciones del mundo, pero chapuza al fin y al cabo? No se vosotros, pero la primera vez que hago algo nuevo, raramente me sale redonda la jugada. Siempre me doy cuenta (después de hacerlo) de oportunidades para mejorar, de cosas que no había entendido bien, de errores relevantes para evitar la próxima vez, ... ¿Me pasa solo a mí?

Y la verdad es que casi siempre acabo encontrando razones por insistir, para volver a probarlo pero de otra manera.

Me ha pasado con la venta de perspectivas, técnicas de venta consultiva, los video mensajes, los webinars, varias herramientas de formación, y muchas otras cosas...

Y es solo después de probarlo de varias maneras que llego a la conclusión final. A veces acabo abandonando - por ejemplo concluí que Twitter no era para mí, y que no había mercado para un servicio que a mi me parecía genial -, pero en muchas otras ocasiones acabo encontrando una manera para poner a provecho la idea inicial.

Estamos en una época de cambios constantes en que probar cosas nuevas será cada vez más importante. No podemos permitirnos dejarlo demasiado pronto.