¡Qué mal padre soy! Quizás haya arruinado la carrera de ventas de mis hijos sin siquiera darme cuenta...

Apr 10, 2025

Cada vez más me interesa la psicología de la venta y sobre todo los rasgos psicológicos que un vendedor tiene que tener para mejorar sus resultados.

Mi objetivo no es solo poder ayudar mejor a los vendedores, sino también mejorarme a mi mismo. Soy muy consciente de muchas limitaciones que tengo y quiero librarme de ellas.

Para entender todo esto mejor, me busco libros “de nicho” de autores que saben más que yo, los leo y los estudio.

Leyendo uno el otro día me he quedado parado. Y me ha venido un sentimiento de culpabilidad.

Desde que mis hijos han estado pequeños, mi mujer e yo les hemos ido repitiendo unos mantras como “El dinero no crece en los árboles”, “Esto es muy caro”, “No tenemos para pagar eso”, “No somos ricos”, ...

Vamos, nada distinto de lo que nuestro padres hicieron con nosotros, y, en muchos casos, totalmente correspondiente a lo cierto. Algunos años han sido apretados, y con 5 niños los gastos eran ya muy importantes como para no añadir caprichos...

Sea como sea, ahora que unos cuantos de ellos ya son adultos y tienen que tomar sus responsabilidades de gestionar su propia economía, les oigo repetir frases parecidas.

¿El problema del cual incluso sin leer el último libro me había ya dado cuenta? No les hemos sabido enseñar bien bien la diferencia entre inversión y gasto, por lo que algunas veces sus decisiones de renunciar a inversiones porque les parecen caras me parecen equivocadas.

Pero esto no es lo peor.


Estos mensajes que les hemos ido dando una y otra vez desde la infancia se les han quedado dentro y les han creado creencias autolimitantes que les van a dañar en el trabajo de vendedor (y, cómo todos vendemos algo, más en general en su vida).

A parte de los mensajes sobre el dinero, en el libro se mencionan otros, como:

  • “No está bien molestar a la gente"
  • “No interrumpas. No es de buena educación."
  • “No hables con extraños”

Y sí, de unos cuanto de estos me declaro también culpable...

Por suerte por lo menos no estoy consciente de haber usado otros como:

  • “Nuestra familia siempre lo ha hecho por si sola; no necesitamos la ayuda de nadie”
  • “Ser visto y no escuchado"
  • “Hay que ser modesto y no destacar demasiado”
  • ...

Muchos no verán algún problema en estos mensajes repetidos uno y otra vez hasta quedarse anclados en la mente del niño como mantras indiscutibles...

.. y pueda que para muchas profesiones de la vida adulta así sea, pero...


... en el caso que uno de mis hijos decida o tenga que ser vendedor en algún momento de su vida, estas creencias le sabotearán.

Si creen que no está bien molestar a la gente, ¿cómo te sentirán al prospectar, llamar a puerta fría o iniciar una conversación con un extraño en un evento?

Si tienen miedo al éxito, a destacar, y muchas personas lo tienen, ¿es posible que siempre se conformen con resultados mediocres, ganando apenas lo suficiente para salir adelante y sintiéndose cómodo con su situación, sin ambición de mejorar?

La realidad es que muchos de los mensajes que hemos inculcado en nuestros hijos con las mejores intenciones, podrían acabar limitándoles ... 

Lo sé porque - analizando mi experiencia - me ha pasado lo mismo, y he necesitado mucho tiempo para superar unas cuantas de estas limitaciones. Y las que me quedan...

Si hubiésemos pensado que nuestros hijos acabarían teniendo que vender, habríamos tenido que decirles: "Cariño, te queremos y queremos que tengas cuidado, pero tienes que salir allí afuera y hablar con veinte extraños todos los días. ¡Y no te olvides de pedirles dinero!"

A lo mejor me dejarán recuperar algún día con los futuros nietos...

 

👉 Puntos de reflexion personal

  • Si está experimentando resultados inferiores a tus expectativas o ambiciones, ¿sabes lo que te frena?
  • ¿Qué mensajes de la infancia pueden estar obstaculizándote ?

 


🤔 ¿Cómo interpreta la IA este artículo (en inglés)?

Cómo siempre, Aquí tienes la interpretación de la IA de este artículo. Buen resumen. La IA se hace cada vez más precisa.